Más allá de su gramática científicamente perfecta, de su
léxico exhaustivo y de una literatura que lo describe absolutamente todo, a lo
largo de los milenios, el sánscrito ha difundido una cosmogonía naturalista
divinizada, en la que cada mujer y cada hombre tenemos una función primordial.
Esta voluntad de trascender la simple e inmediata condición
humana queda patente desde los primeros textos utilizados por su civilización para
expresarse: los himnos recogidos en el Rig Veda exploran, fundamentalmente, el papel de la Humanidad en el Cosmos.
Después de este deslumbrante Big Bang metafísico, los
Upanishads (VIII-IV aC) y la Bhagavad Gita (III aC) o las propuestas éticas y políticas
de Gandhi o las especulaciones filosóficas contemporáneas de, por ejemplo,
Krishnamurti, Aurobindo o Nisargadatta siguen avanzando en esta direción.
El Hatha Yoga Pradipika, un paso más
Pero entre un extremo temporal y el otro, disponemos de una
notabilísima literatura que insiste en esta búsqueda. Paradigma de este tesoror es el Hatha
Yoga Pradipika, un manual de yoga del siglo XV que acerca al lector a los
conceptos básicos de esta disciplina y que ya fueron empezados a difundir en el
siglo III aC por Patañjali en sus Yoga Sutras.
Y, como muestra esta brevísima selección, lo hace actualizando los conocimientos sobre esta disciplina, con una clara intención
didáctica y, sobre todo, desde una perspectiva nítidamente evolutiva:
A todos aquellos que andan perdidos en la oscuridad de la
multiplicidad de creencias, incapaces de lograr el Raja Yoga, el compasivo
Swatmarama, ofrece la luz de la sabiduría del Hatha Yoga (I.3).
(En este contexto, el Raja Yoga - o Yoga Real (mana = rey) -
es el yoga integral que incluye normas éticas, ejercicios físicos y prácticas
mentales. Swatmarama es el nombre del legendario autor de la recopilación.)
Con las dos piernas extendidas en el suelo, derechas como
bastones, coge los dedos gordos de los pies con las manos, poniendo la frente
sobre las rodillas. Hay que persistir en esta posición que se denomina
pashimotassana (I.28).
(El Hatha Yoga Pradipika mujer instrucciones detalladas para
la realización de 15 asanas - o posturas - a pesar de que, según las creencias
tradicionales, el mitológico dios Shiva en reveló 8.400.000, de las 84 son
indispensable y 32 las más adecuadas para los hombres. En la actualidad, se
practican más de un centenar.)
Este excelente asana hace circular la corriente
vital de la espalda por el nadi shusumna, reanima el fuego digestivo, adelgaza
el vientre y cura todas las enfermedades (I.29)
(Nadi es el nombre genérico de los canales de energía sutil
que, según la medicina tradicional india, recorren el cuerpo humano. Sushumna
es la denominación común de los dos conductos situados a lo largo de la médula espinal,)
La realización llega a los que practican con constancia.
Como puede acceder la persona inactiva? No es leyendo tratados que se consigue
la perfección (I.65)
Mientras la respiración sea irregular la mente será
inestable; cuando la respiración se calme la mente permanecerá inmóvil y el
yogui logrará equilibrio y larga vida. Por lo tanto, debe controlar la
respiración por medio de la práctica del pranayama (II.2).
(Los diversos ejercicios de control de la respiración - o
pranayama - son una de las técnicas básicas del Hatha Yoga)
De la misma manera que la sal se vuelve una sola con el agua
en la que se disuelve, cuando el Atman y el Manas se fusionan, se produce el
Samadhi (IV.5)
(Atman puede traducirse aquí por esencia personal o alma.
Manas significa mente y Samadhi significa en este contexto contemplación o
unión con la Absoluta. Se trata de términos propios del yoga avanzado).
El fuego que quema un trozo de madera se apaga cuando la ha
consumido toda. Así también la mente que permanece concentrada y no busca más
pensamientos, se diluye en el nada. (IV.98)
(Según la metafísica clásica india, nada es la sutil
vibración sonora del Universo.)
Un yogui que alcanza el Samadhi no está dominado por el
proceso del tiempo ni por la muerte, ni tampoco por el karma. Nada ni nadie
puede afectarlo (IV.108)
(Karma es la denominación genérica de los frutos de las
acciones. El control de los pensamientos merece una atención muy especial en el
Hatha Yoga, que en preconiza y describe varios niveles. Todos tienen una sola
finalidad, que es también la del Hatha Yoga: el Samadhi o culminación de la
evolución humana individual,)