Se trata de una
realidad empírica que - más allá de teorías y de creencias - puede ser
comprobada ahora mismo por el lector de este texto: repetir lentamente, tres
veces, con plena conciencia, ya sea en voz alta o mentalmente, la palabra
"shanti", llena el corazón de paz y la mente de calma.
En efecto, la palabra sánscrita shanti significa paz,
y también tranquilidad, serenidad, calma, quietud y el resto de
conceptos asociados a estas palabras. Su triple repetición tiene un origen
antiquísimo puesto que ya se encuentra recogido, por primera vez, en las upanishads, los tratados filosóficos que, a partir del siglo X aC,
desarrollan los vedas y examinan, con máxima profundidad y desde todos los
puntos de vista, la unidad entre Brahma (el Absoluto) y Atman (el Ser).
Esta repetición es una práctica que ha llegado muy viva hasta nosotros y que numerosos practicantes de yoga y de meditación recitan en la actualidad, precediéndola o no de la sílaba "om", antes y/o después de sus sesiones.
Esta repetición es una práctica que ha llegado muy viva hasta nosotros y que numerosos practicantes de yoga y de meditación recitan en la actualidad, precediéndola o no de la sílaba "om", antes y/o después de sus sesiones.
Convertida así en mantra - es decir, en fórmula sonora considerada capaz de producir efectos tangibles -, ninguno de sus elementos está incluida por azar y, por lo tanto, cada una de las tres palabras de la repetición, a pesar de ser idéntica al resto, tiene como intención superar un ámbito específico de los obstáculos que separan de la serenidad y del equilibrio:
- El primero shanti ayuda a vencer los fenómenos negativos que provienen del exterior, ya sea humanos (guerras, discusiones y otras agresiones ), naturales (tormentas, terremotos, huracanes, inundaciones, etc.) o animales.
- El segundo aleja los daños supuestamente surgidos en áreas sobrenaturales, como la mala suerte, las maldiciones, los malos espíritus y otras manifestaciones negativas con apariencia de inexplicables.
- Finalmente, el tercer shanti permite triunfar sobre las propias limitaciones, ya sean físicas, emocionales o mentales (enfermedades, malos hábitos, desequilibrios...)
Así, una vez pronunciado en su totalidad, el mantra pretende haber establecido un nivel de armonía más profundo e integral.
Sea como fuere, este mantra, parece oportuno en todo momento y también ahora mismo, durante la lectura de este texto.
(Lógicamente aprovecho la oportunidad para desear al lector: ¡shanti, shanti, shanti!)