miércoles, 10 de diciembre de 2014

SAPTARISHIS. EL PERMANENTE ANHELO DE SABIDURÍA

Cada vez que miramos la Osa Mayor, además de tener el placer de contemplar las siete grandes estrellas de esta constelación tan conocida, estamos viendo una gigantesca alegoría de los legendarios Siete Sabios de la tradición sánscrita (1).

Los Saptarishis (sapta: siete; rishi: sabio), representados para siempre en el firmamento, son los siete sabios primordiales, de existencia aceptada de manera incuestionable por sus creyentes y con una presencia implícita y más o menos dispersa en la literatura védica y sánscrita, ya desde el temprano Rig Veda.  

Venerados como grandes patriarcas y conocedores de las Escrituras, compositores de numerosos libros e himnos védicos, descubridores de mantras, formuladores del Ayurveda i fundadores de los primeros linajes, los nombres de los Saptarishis se repiten a lo largo de los milenios, como un eco interminable: Gotama, Bharadvaja, Vishvamitra, Jamadagni, Vashista, Kashyapa, Atri...

En realidad, estos nombres son únicamente los del actual y decimocuarto grupo de Saptarishis, ya que, según la desmesurada y abisal perspectiva temporal de la cultura védica, a cada Manvantara, o período de 4.320.000 años en el que reina y legisla uno de los sucesivos Manus - o metafóricos progenitores de las sucesivas Humanidades -, corresponde un grupo de siete rishis específicos.

Sea como sea, se considera que todos y cada uno de los Sabios ha nacido directamente de la mente de Brahma, fruto de su pura voluntad, sin ninguna intervención ajena, y comparte con la gran divinidad que expresa la Creación, su inteligencia creativa.

En el Rig Veda, las tangenciales menciones de los Siete Sabios nos los muestran benévolos, clarividentes y poderosos:

Los sabios abrieron un camino para las vacas que estaban dentro de la cueva; los siete sacerdotes, con la fuerza de sus pensamientos, las obligaron a avanzar... (RV 3.31.5).

Los dioses y los siete sabios, que se establecieron en el ascetismo durante los tempos antiguos, hablaron de la mujer del bramán... (RV 10.109.4).

Y en el Bhagavad Gita, cuando Krishna describe y se identifica con el Universo, proclama su personificación en Bhrigu, un de los Saptarishis más antiguos:

De los grandes sabios, yo soy Bhrigu... (BG 10.12) (2).

Pero rastros literarios a parte, es en el cielo donde quizás se pueda buscar - e incluso encontrar - cada noche, brillando, reflejado en la precisa mecánica de los astros, el anhelo por la sabiduría más serena.



(1) La creencia en los Siete Sabios es compartida en la India por hindús, sijs y jainistas, pero aparece también entre los griegos y los romanos, así como, en ámbitos no indoeuropeos, como el hebreo o el chino e incluso, inesperadamente y ahora mismo, en el popular videojuego Pokemon.

(2) En el décimo libro del Bhagavad Gita, que incluye las palabras citadas, Krishna se describe él mismo como la causa última de todas las realidades materiales y espirituales.

El texto completo de la vigésimoquinta estrofa es el siguiente:

De los grandes sabios, yo soy Bhrigu;
de las vibraciones, yo soy el Om trascendente;
de los sacrificios, yo soy el canto de los nombres sagrados;
de las realidades inamovibles, yo soy el Himalaya.