miércoles, 28 de febrero de 2018

KUNTI: DEL FUEGO AL FUEGO, ENTRE LAS LLAMAS

Cuando nos adentramos en las páginas del Mahabharata (el gigantesco poema épico que narra la guerra de exterminio entre las dos ramas de una misma estirpe, epítome del permanente combate entre el Bien y el Mal,y al azar de sus dieciocho libros, sus lectores nos cruzamos a menudo con la Reina Kunti, madre de los heroicos Pandava y tía de los Kuru, sus mortales enemigos.

El trágico destino que la empuja y la persigue y los conflictos que constantemente la acompañan, siempre nos la muestran en inestable equilibrio entre la férrea defensa de su propia identidad, una maternidad con carnales vínculos cósmicos y un permanente encadenamiento de situaciones funestas.

Kunti, sin embargo, siempre consigue continuar. De un modo u otro, siempre sobrevive. Como en este texto, por ejemplo. 


FUEGO 1: ALTAR

Desde el principio, la vida de Kunti está marcada por el fuego. Y por unas condiciones externas - cambio de familia y de nombre, íntima contigüidad con las fuerzas de la naturaleza, virginidad perpetua - que sucesivamente asimila y supera. 

Estas circunstancias quedan claras en desde su primera aparición en el Mahabharata (1):

Sura, el monarca de los Yadu, tenía una hija llamada Pritha. De acuerdo con lo prometido ante el fuego, la dio a su tío, el rey de Kunti que la hizo su hija adoptiva, dándole el nombre del reino.

Uno de los brahmanes que visitó el palacio, complacido con las atenciones de la muchacha, le regaló un poderoso mantra y, tras revelarle la fórmula mágica, agregó: "Úsalo cuando quieras invocar a cualquier ser celestial. Te dejará embarazada, aunque mantendrás tu virginidad."

Kunti, escéptica, quiso comprobar las palabrás del brahman y llamó a Surya, el dios del Sol. La divinidad se encarnó ante ella, quedando en estado. Cuando dio a luz, asustada, puso al bebé en un cesto que soltó en un río cercano. (2)


LLAMAS

La juventud y la madurez de Kunti siguieron siendo una sucesión de obstáculos: un matrimonio estéril, más hijos de origen  sobrenatural,luchas, derrotas, exilios y constantes humillaciones a manos de sus sobrinos...


Un dramático diálogo con Karna, el hijo abandonado en la adolescencia, justo antes empezar la batalla que constituye el núcleo del Mahabharata, culmina este largo periodo y es el amargo preludio de infortunios aún más dolorosos:

Karna - enrolado en las filas de los Kurus, enemigos de los Pandava - dice a Kunti:

¡Oh, madre, me abandonaste en cuanto nací! Esta herida puso en riesgo mi vida y me ha negado desde entonces cualquier gloria    

Me he comprometido a luchar contra los Pandava con todas mis fuerzas. No abandonaré ni mis deberes, ni mis compromisos.

La narración continúa:

Después de estas palabras de Karna, Kunti, temblando de angustia, pero admirando la energía interior de su primogénito, respondió:

"A pesar de tu determinación y esfuerzo, los Kuru serán exterminados. El Destino siempre se cumple." (3)


FUEGO 2: BOSQUE

Después de los dieciocho días de la batalla, la amargura asola el país: la victoria lo ha destruido todo y ya no hay bandos entre sus dispersos habitantes.

El fuego - presente en el nacimiento de Kunti - vuelve a aparecer en su adiós definitivo durante la penitencia que, acompañada por sus familiares más cercanos, emprende tras la guerra:



Dhritarashtra, el rey de los Kuru, cogió el fuego sagrado y con su mujer y Kunti marchó al bosque.

Un día se levantó un viento muy fuerte y se declaró un gran incendio que todo lo quemó.

Manteniéndose firmes como troncos, Kunti, el rey y la reina Gandhari fueron envueltos por las llamas.

Y así fue como los tres se encontraron con la muerte.


RESCOLDOS

Un aspecto de Kunti murió hace miles de años en los bosques del Norte de la India.

Pero nos quedan - muy vivos - sus rescoldos.

Kunti - como siempre - sobrevive.

Aunque sea literariamente.      



(1) Adi Parva (El Libro del Comienzo). LXVII. Versión de estrofas entre la 130 y 
la 142.

(2) Clarísimos ecos bíblicos: fuego sagrado, madre virgen por intervención sobrenatural, recién nacido confiado a un río... ¡Mitos compartidos entre las tradiciones indoeuropea y semita!

(3) Udyoga Parva (El Libro del Esfuerzo). Selección de estrofas de los capítulos CXLV y CXLVI.

(4) Ahsramvasika Parva (El Libro de la Ermita). Selección de estrofas del capítulo XXXVII.