martes, 6 de noviembre de 2018

RIG VEDA 10.97: LOS PODERES CURATIVOS DE LAS PLANTAS

Es cierto que entre los 1.028 himnos del Rig Veda - la colección de textos sagrados, recopilada hace más 3.500 años -, los dedicados a asuntos profanos - bodas, conflictos domésticos, asuntos de trabajo, aficiones... - son una ínfima minoría (una cincuentena, como mucho) y que prácticamente todos están en el décimo libro de la colección. Pero están ahí. Y su concentración en un solo volumen y su temática secular los destaca entre los demás.


¿UNA COMPILACIÓN ARBITRARIA?

Un buen ejemplo es el himno 10.97, conocido además de por otros nombres descriptivos de su contenido, como "Himno de la hierbas medicinales". 

Se trata en efecto de una serie de 23 alabanzas, descripciones, peticiones y descripciones en torno a estos vegetales especiales. Los diversos conceptos están compilados sin ningún orden, como si se tratara de una lista confeccionada con más voluntad de recordarla que de ofrecer alguna proyección narrativa o doctrinal.

Selecciono algunos ejemplos.


SURGIDAS EN TIEMPOS ANTIGUOS...

Hierbas surgidas en tiempos antiguos, hasta tres eras antes que los dioses, cantaré ahora vuestras ciento siete formas.


Vosotras, madres, tenéis cien casas y vuestros remedios se cuentan por miles. Librad a mis pacientes de toda enfermedad.

Deseo que estéis llenas de alegría, tanto si florecéis como si lleváis frutos. Como yeguas que ganáis juntas la carrera, ayudadme a avanzar.

Cuando tomo estas plantas en la manos, anhelando el premio de la curación, vuelve la fuerza y la enfermedad desaparece. 

Hierbas ricas en nutrientes, que dais fuerza... Todas estas plantas he tomado para que este hombre vuelva a estar sano.

Las virtudes curativas de las plantas surgen como el ganado del establo. Ahorran el aliento vital de cada uno y ganan para mi bienestar.

A través de vosotras, extremidad por extremidad, articulación por articulación, como un hombre más fuerte entre los luchadores, hago huir a la enfermedad.

Que cada una de vosotras ayude a la demás; que cada una esté cerca de las otras. Conseguid que mis palabras resulten certeras.

Volando desde el cielo, las plantas hablan: daño no caerá sobre este hombre a quien fortalecemos la vida. 

Tanto plantas que escucháis estas palabras como las que estáis lejos, venid juntas. Que vuestro poder curativo actúe en esta hermana vuestra. 


COMO GRITO EN EL VIENTO

Más allá de la sociedad que los textos reflejan, queda claro que los conocimientos sobre las plantas se exponen de modo muy general. Ninguna referencia a ninguna enfermedad concreta, a ningún efecto específico, ni a como se deben suministrar.

Estamos lejos de la precisión curativa del ayurveda y de las prescripciones médicas de las antiguas medicinas griegas y romanas, inicialmente contemporáneas de estos textos.

Pero llama la atención la permanencia de los afanes curativos del cuidador que se dirige a las plantas. Sus inquietudes, preguntas y peticiones son equivalentes a las de cualquier otro terapeuta en cualquier lugar o tiempo.

Sus valores y deseos no están alejados de los de cualquier sanador, en cualquier lugar y tiempo:

Vuela lejos, enfermedad; ve con el azulejo o el martín pescador. Desaparece como grito en el viento o la lluvia de la tormenta.