viernes, 21 de diciembre de 2018

VUELVE LA LUZ (SOLSTICIO DE INVIERNO 2018)












Hemos salido de la oscuridad;
vemos la Luz ante nosotros.
Vamos hacia el sol, hacia el dios entre los dioses;
la Luz más alta. 

Rig Veda I.50.10

martes, 4 de diciembre de 2018

LAS DIMENSIONES DE LA ACCIÓN SEGÚN EL GITA

El Bhagavad Gita - uno de los textos fundamentales de la ética humanística - puede ser leído como una larga conversación.


Se inicia con la descripción de un campo de batalla y del colapso físico y psíquico del guerrero Arjuna ante la inevitable y próxima masacre y sigue con los intentos de ayuda de Krishna, la divinización del Bien, al desorientado combatiente.   

Y así continúa, hasta el final, cuando la divinidad y el soldado culminan el diálogo establecido en un total acuerdo.

Claro que, entre el inicio y el final, se acumulan los numerosos núcleos de la obra, es decir, los sucesivos argumentos en favor de los comportamientos más adecuados en la peripecia vital de cada persona. 


RESPUESTAS GENERALES A PREGUNTAS CONCRETAS

Pero el discurso de Krishna se ve constantemente interrumpido por Arjuna que debe tomar una decisión inmediata: combatir o no. Por ello apremia a su interlocutor para que vaya al grano, hable de cosas concretas, olvide doctrinas y teorías generales y a menudo le interrumpe con interpelaciones como, por ejemplo y entre otras:

¡Me confundes con palabras y argumentos contradictorios! ¡Dime de una vez como llegar al dios supremo! (03.02)

¿Quién es Brahman? ¿Qué es el yo individual? ¿Qué es una acción? ¿A que se llama "elemental" y a que "divino"? (08.01)

Si crees que puedo comprenderlo, maestro del Yoga, muéstrame tu personalidad inmortal.

Pero las répiclas de Krishna - llenas siempre del máximo respecto a su amigo - se mantienen invariablemente fieles al hilo que el Gita desovilla.  

En concreto, para las cuestiones anteriores, estas respuestas son, respectivamente:

Tengo la antigua convicción, príncipe sin máculas, que en este mundo se pueden tomar dos caminos: la disciplina del conocimiento o la de la acción. (03.03)

El Brahman supremo es inmortal. El yo individual es llamado naturaleza. Los sentimientos que se originan en los seres son denominados actos. Lo "elemental" es transitorio, lo "divino" es el espíritu y yo mismo, aquí, en este cuerpo, soy el "sacrificado". (08.03 - 04)

Contempla, Partha, mis cientos y miles de formas, de todo tipo, divinas, con multitud de aspectos. Contempla a los Aditis, los Vasus, los Rudras, los Ashvins, los Maruts. Contempla, Bharata, las muchas maravillas que nadie a visto antes. (1)



¿QUÉ SON LAS ACCIONES?

Al final del libro, en el decimoctavo capítulo, el clima cambia y Krishna ofrece un denso resumen de los textos anteriores. Con la intención de apoyar a su interlocutor le ofrece una visión detallada de qué son las acciones humanas y dice a Arjuna:

Aprende de mi, príncipe de fuertes brazos, los cinco factores que, de acuerdo con la filosofía de los vedas, intervienen en el desempeño de todas las acciones: las capacidades del individuo, su yo interior, la interpretación que hace de los hechos, los medios de los que dispone y los acontecimientos externos imprevisibles. (18.13 - 14)

Y, para dejar bien clara la importancia de los que acaba de exponer, añade:

Estos cinco factores están presentes en cualquier acción que el hombre lleva a cabo, ya sea con el cuerpo, la palabra o la mente y tanto si los hechos son correctos o erróneos. (18.15)


CLARIDAD FINAL

Fruto de las explicaciones de Krishna, una estrofas más adelante, Arjuna se declara por fin convencido y, sobre todo, decidido a actuar según los consejos recibidos:

Mis preocupaciones han desaparecido, Acycuta (2). Gracias a ti he recuperado el entendimiento. Estoy aquí, sin lugar a dudas. Haré lo que dices. 

Sanjaya - el narrador que explica a Dhritarashtra, tío ciego de Arjuna y padre de los Kauravas, sus enemigos - describe lo que acontece en el campo de batalla y evoca la emoción del momento con la famosa última estrofa del libro:

Allí donde están Krishna, Maestro del Yoga, y Arjuna, el Arquero, son seguras la fortuna, la victoria, la prosperidad y la paz. 

   

(1) Partha y Bharata son epítetos que Krishna dirige a Arjuna. Partha corresponde a los descendientes de Kunti, su madre, y Bharata es el apellido genérico de su familia. Los Aditis, Vasus, etc. son grupos de divinidades propios de las antiguas creencias védicas. 

(2) Acycuta es uno de los 108 epítetos de Krishna. Significa inamovible, permanente, invariable...

  

  

martes, 6 de noviembre de 2018

RIG VEDA 10.97: LOS PODERES CURATIVOS DE LAS PLANTAS

Es cierto que entre los 1.028 himnos del Rig Veda - la colección de textos sagrados, recopilada hace más 3.500 años -, los dedicados a asuntos profanos - bodas, conflictos domésticos, asuntos de trabajo, aficiones... - son una ínfima minoría (una cincuentena, como mucho) y que prácticamente todos están en el décimo libro de la colección. Pero están ahí. Y su concentración en un solo volumen y su temática secular los destaca entre los demás.


¿UNA COMPILACIÓN ARBITRARIA?

Un buen ejemplo es el himno 10.97, conocido además de por otros nombres descriptivos de su contenido, como "Himno de la hierbas medicinales". 

Se trata en efecto de una serie de 23 alabanzas, descripciones, peticiones y descripciones en torno a estos vegetales especiales. Los diversos conceptos están compilados sin ningún orden, como si se tratara de una lista confeccionada con más voluntad de recordarla que de ofrecer alguna proyección narrativa o doctrinal.

Selecciono algunos ejemplos.


SURGIDAS EN TIEMPOS ANTIGUOS...

Hierbas surgidas en tiempos antiguos, hasta tres eras antes que los dioses, cantaré ahora vuestras ciento siete formas.


Vosotras, madres, tenéis cien casas y vuestros remedios se cuentan por miles. Librad a mis pacientes de toda enfermedad.

Deseo que estéis llenas de alegría, tanto si florecéis como si lleváis frutos. Como yeguas que ganáis juntas la carrera, ayudadme a avanzar.

Cuando tomo estas plantas en la manos, anhelando el premio de la curación, vuelve la fuerza y la enfermedad desaparece. 

Hierbas ricas en nutrientes, que dais fuerza... Todas estas plantas he tomado para que este hombre vuelva a estar sano.

Las virtudes curativas de las plantas surgen como el ganado del establo. Ahorran el aliento vital de cada uno y ganan para mi bienestar.

A través de vosotras, extremidad por extremidad, articulación por articulación, como un hombre más fuerte entre los luchadores, hago huir a la enfermedad.

Que cada una de vosotras ayude a la demás; que cada una esté cerca de las otras. Conseguid que mis palabras resulten certeras.

Volando desde el cielo, las plantas hablan: daño no caerá sobre este hombre a quien fortalecemos la vida. 

Tanto plantas que escucháis estas palabras como las que estáis lejos, venid juntas. Que vuestro poder curativo actúe en esta hermana vuestra. 


COMO GRITO EN EL VIENTO

Más allá de la sociedad que los textos reflejan, queda claro que los conocimientos sobre las plantas se exponen de modo muy general. Ninguna referencia a ninguna enfermedad concreta, a ningún efecto específico, ni a como se deben suministrar.

Estamos lejos de la precisión curativa del ayurveda y de las prescripciones médicas de las antiguas medicinas griegas y romanas, inicialmente contemporáneas de estos textos.

Pero llama la atención la permanencia de los afanes curativos del cuidador que se dirige a las plantas. Sus inquietudes, preguntas y peticiones son equivalentes a las de cualquier otro terapeuta en cualquier lugar o tiempo.

Sus valores y deseos no están alejados de los de cualquier sanador, en cualquier lugar y tiempo:

Vuela lejos, enfermedad; ve con el azulejo o el martín pescador. Desaparece como grito en el viento o la lluvia de la tormenta.






 

lunes, 1 de octubre de 2018

PURANAS: ENCICLOPEDIAS QUE ATRAVIESAN SIGLOS

Poco a poco se alcanza la cima de una montaña. Poco a poco se consiguen los deseos. Poco a poco se adquiere sabiduría.
Garuda Purana. 109.

Ayudar y ser amable con todo el mundo es el máximo sacrificio ante el Señor de las ocho formas.
Linga Purana. 2.13.35-36.

La virtud, el bienestar y la riqueza son los tres objetivos que todos nos esforzamos en conseguir. Los tres se adquieren después de evitar los pecados.
Brahma Purana. 108.11.


(Los textos anteriores - y el resto de los destacados en el artículo - provienen de los Puranas, un amplio género literario centrado en la descripción de mitos, leyendas y otros conocimientos tradicionales, desarrollados en el subcontinente indio entre los siglos VI y XX, pero con claras huellas que evidencian orígenes mucho más antiguos.

Se trata de un verdadera enciclopedia que incluye cosmogonía, genealogías de divinidades, reyes, héroes, sabios y semidioses, así como narraciones populares e información sobre peregrinaciones, templos, medicina, astronomía, gramática, mineralogía, teología, filosofía e incluso humor, historias de amor y - como hemos visto - instrucciones para un vida ética.) 

El objetivo de la vida es buscar la Verdad y no pretender asegurarse el paraíso gracias a los rituales religiosos.

Quien posee el conocimiento de la Verdad lo llama el conocimiento de la No-dualidad.
Bhagavata Purana. 1.2.10-11.

(Literalmente "purana" significa antiguo y, a pesar de que se conviene en que los considerados más valiosos fuero recogidos entre los siglos III y XVI, se mencionan ya en el Mahabharata y el Ramayana e incluso en el Rog Veda, de los que se consideran actualizaciones.

En la clasificación tradicional sánscrita se incluyen en la literatura recordada (smriti) y, por lo tanto, no revelada (shruti o escuchada, es decir los cuatro vedas).

Un buen médico hace diagnósticos acertados y cura las enfermedades con los remedios más adecuados. Similarmente, Shiva es llamado el médico del mundo por aquellos que conocen sus principios.
Shiva Purana. 9.17-22.

El Universo ha emanado de Vishnu. En él existe. Es él quien gobierna vida y destrucción. Él es el Universo.
Vishnu Purana. 1.14.

Al principio sólo yo existía. No había nada más, ni interno ni externo. Todo era pura conciencia inmanifestada. Todo dormía en todas partes. Bhagavata Purana. 6.4.46-47. 

(El contenido de cada Purana es muy variado y cada uno de ellos ha sobrevivido en multitud de manuscritos que contienen notables diferencias.

El conjunto está formado por dieciocho grandes Puranas (mahapuranas) y dieciocho secundarios (upapuranas). Contienen en total más de 400.000 versos.)

Te he descrito el rio Ganges y los países según su orden en el Mundo. En Kimpurusa y en el resto de regiones viven personas que buscan la felicidad, mantenerse sanos y verse libres de grandes diferencias. Y en cada país hay ríos que bajan de las montañas.
Markaneya Purana. 56.23. 

El hijo del primer rey de Vaisala fue Hemacandra; su hijo fue Sucandra; su hijo fue Dhumrashva; su hijo fue Sriñjaya; su hijo fue Sahadeva; su hijo fue Krishashva; su hijo fue Somadatta, que celebró diez veces el sacrificio del cavallo; su hijo fue Janamajaya; su hijo fue Sumati. 

(La influencia de los Puranas en la sociedad india ha sido - y sigue siendo - muy poderosa ya que ha originado sucesivas y reiteradas síntesis entre creencias y ritos, leyendas e historia, prácticas individuales y celebraciones sociales, entre  tradiciones y nuevas costumbres.

Como hemos visto, los textos explican e integran divinidades regionales, pero tratan también toda clase de temas seglares.)



La lluvia, el calor, la nieve, el día, la noche, el crepúsculo y también el bienestar y el malestar de las personas se debe s Dhruva, la Estrella Polar.

Las personas saciamos nuestra hambre con los productos, los líquidos y las hierbas medicinales que crecen gracias a la lluvia que el Sol eleva y hace caer con sus rayos.

Tanto en el hemosferio norte como en el sur, cuando el Sol se levanta la noche entra en el agua; ello explica que las aguas se calientan durante el día y se enfrían por la noche.
Brahmanda Purana. 1.2.24.11-40-24.
 

viernes, 31 de agosto de 2018

EL SÁNSCRITO QUE YA HABLAMOS

Gracias al contacto con otras culturas hemos ido incorporando a nuestra lengua palabras que - al menos al principio - no nos eran propias.

Decimos, por ejemplo, airbag, ego, geisha o chófer, de origen inglés, latín, japonés o francés respectivamente sin, la mayoría de las veces, darnos cuenta de su origen ajeno a nosotros. Claro que los hablantes de otros idiomas usan también términos procedentes del castellano. Guerrilla, bodega, camarada o siesta son algunas muestras.

Este fenómeno - que los filológos llaman préstamo - ha estado siempre presente en todas la lenguas, pero se ha incrementado y generalizado en los últimos decenios debido a la globalización. 


Préstamos del sánscrito


Lógicamente, los términos sánscritos no son ninguna excepción y utilizamos, por ejemplo, las palabras "avatar", "gurú", "karma" o "mantra" sin ninguna reserva. 

Se trata, por otra parte, de palabras que figuran en el Diccionario de la Real Academia en artículos que, además de sus definiciones, presentan, en primer lugar, su origen sánscrito. 


Un uso frecuente

Pero además de estas palabras de uso más o menos habitual, utilizamos también otros términos en situaciones más específicas.

Así, por ejemplo, y entre muchos otros posibles, cuando decimos ayurdeva, nos estamos refiriendo obviamente al sistema de medicina tradicional indio. La palabra es un compuesto formado por "ayus" (que significa "vida" en sánscrito y ha cambiado la ese final por una erre debido a su coincidencia con la uve contigua) y "veda" que, como los lectores de este blog sabemos, tiene el sentido de "conocimiento".  

La palabra Himalaya, que designa la conocida cordillera asiática, significa "casa del frío" ("hima": frío y "laya": residencia, casa, etc.). 

 El uso de la palabra yoga está igualmente muy generalizado y se refiere a la disciplina de origen hindú que tiene como objeto lograr el dominio del cuerpo y de la mente. En sánscrito tiene el mismo significado, pero también muchos otros conectados con su origen. La palabra proviene del verbo "yuj" que, además de su parecido con el término castellano, como corresponde a su raíz indoeuropea compartida, significa "colocar el yugo".

Finalmente Viagra - el popular citrato de sildenafil, afanosamente buscado en franjas de edad más bien avanzadas y usado, llenos de esperanzas, para tratar la disfunción eréctil - tiene su expectante homófono sánscrito en "vyhagra", que tiene el sentido de tigre.


Calco: otra aproximación

A estos acercamientos entre las lenguas tenemos que añadir una situación bien distinta: la expresión "no violencia" es un calco extremadamente preciso de su equivalente sánscrito.

En esta lengua, para decir no violencia hay que utlizar la palabra "ahimsa", es decir, la partícula "a" (un prefijo de negación, como en castellano) añadida a "himsa" que equivale - entre otras acepciones - a "violencia".

Este proceso, que es habitual en todas las lenguas y ámbitos, genera neologismos en el momento de producirse la apropiación, pero que posteriormente son integrados en el idioma receptor de manera natural.


Mirar el mundo real

Como todos los préstamos, los procedentes del sánscrito nos dan acceso a nuevos conocimientos, nos añaden nuevas maneras de ver el mundo.

Además, los préstamos sánscritos nos ponen en contacto con las singulares virtudes de esta lengua milenaria, probablemente una de las que más hechos describe y que, gracias a la multitud de sentidos que cada una de sus palabras nos ofrece, la que mejor lo hace.

Vemos el mundo, como es.

  

  

lunes, 16 de julio de 2018

SATYAVATI CONTRA EL PATRIARCADO

- ¡Todo el mundo me está viendo! ¡No accederé a tus deseos! (*) 

Dijo Satyavati (El Aliento - vati - de la Verdad - Satya -) a Parashara, el brahmán que, cautivado por la belleza de la muchacha que le ayudaba a cruzar el río Yamuna, quería hacerla suya.

Después de estas palabras, el brahmán, sorprendido por la madurez de aquella adolescente decidida a tomar el control de su vida, cubrió la zona con una densa niebla. Pero ella continuó insistiendo en sus recelos:

- ¡Si acepto tus abrazos perderé la virginidad!

Obstinado, Parashara le concedió mantenerse virgen después de estar juntos. Satyavati planteó entonces otra exigencia:

- ¡Quiero que mi cuerpo desprenda el perfume más sugestivo!   

El brahmán accedió a esta tercera petición y Satyavati, cada vez más fuerte y valiente, mágicamente, tras unirse a Parashara, parió en seguida a un joven ya formado. Se trataba de Vyasa, el sabio redactor del Mahabharata y, años más tarde, protagonista de otros hechos memorables. 


PRODIGIOSA SATYAVATI

Satyavati es uno de los personajes centrales de la gran obra épica sánscrita: además de ser la madre de su legendario compilador, fue la bisabuela de los primos que, años más tarde, se enfrentarían en la Guerra de Kurushetra, motivo central del libro.



Pero su propia vida, por el hecho descrito, y también por otros muchos motivos, fue un verdadero prodigio.

Era hija de una ninfa y del rey Vasu y nació en el interior de un pescado; este hecho le dio un fuerte olor al animal y motivó su petición de perfume a Parashara.

Fue también debido a su olor que el rey la entregó a un pescador. Él le enseñó a llevar a los viajeros de una orilla a otra del Yamuna, uno de los grandes afluentes del Ganges, actividad que inició su excepcional biografía.

A lo largo de su vida, Satyavati - siempre consciente de su marginación como mujer y de la soledad que este hecho comportaba - fue subvirtiendo los valores patriarcales para ir más allá de los límites de su existencia periférica. 


MATRIMONIO REAL

Pocos años más tarde del episodio del Yamuna, cuando Shantanu - el rey de la gran ciudad de Hastinapura - fue a cazar a orillas del río, se sintió cautivado por un delicioso perfume. Siguiéndolo llegó a la cabaña de Satyavati y, al verla, quedó seducido por su belleza.


El padre de la chica - sin duda instruido por ella - no le concedió su mano si no accedía a que su nieto heredara el reino y advirtió al rey:

- El hijo nacido de esta muchacha será instalado en tu trono. Nadie más será tu sucesor.


Shantanu volvió muy apenado a su palacio ya que había nombrado heredero al hijo que ya tenía. El chico, al saber cual era la causa de la aflicción de su padre, fue a ver al pescador para insistir en la solicitud paterna. El pescador repitió lo que ya había dicho a Shantanu:


- Desde que nació, Satyavati es igual a ti en virtudes. Nadie le disputará la realeza.

- El hijo que nacerá de esta muchacha será nuestro rey, le aseguró el príncipe.


El pescador no estaba convencido de esta afirmación: No dudo de tu palabra, pero quizás tus hijos sí lo harán.

- Me declaro brahmacharya y, en el más absoluto celibato, me dedicaré exclusivamente al estudio y a la meditación, respondió el hijo del rey.


Estas palabras concluyeron el encuentro y el pescador aceptó casar a su hija - que en cada transición, crecía y evolucionaba - con el rey de Hastinapura.


SOBERANÍA EN PELIGRO

Del matrimonio entre Satyavati y Shantanu nacieron dos hijos, pero ambos murieron sin descendencia y la reina razonó:

- Los hijos nacen tanto de la madre como del padre. Ambos tienen los mismos deberes y los mismos derechos. Sin duda he de hacer por ellos tanto como pueda.

Decidida a que el reino no cayera en otras manos, superando de nuevo los comportamientos patriarcales, quiso que fuera su sangre la que dirigiera los destinos de Hastinapura y recurrió a su primogénito, nacido en las orillas del Yamuna.

Viasa tuvo hijos con las dos viudas de su hermano pequeño, el último heredero. La primera, sin duda ante el aspecto poco convencional de su pareja, cerró los ojos durante el encuentro y el hijo engendrado nació ciego; la segunda, probablemente por la misma razón, palideció cuando lo vio y el recién nacido vino al mundo con la piel totalmente blanca.

Estos hechos encendieron una enemistad entre ambos descendientes que provocó la guerra entre primos que narra el Mahabharata.  


VIDA PLENA

La determinación de Satyavati en cada episodio de su vida la muestra segura de sus objetivos y, sobre todo, decidida a conseguirlos a pesar de las convenciones sociales y las voluntades de los hombres que la rodean: ella vence, uno a uno, cada uno de los obstáculos que se le presentan.

Su muerte - lúcida y firme en la selva en llamas, algunos años después de la guerra - confirman su talante y su invencible voluntad.

Satyavati emerge de los estrechos márgenes que la rodean, haciéndose responsable de sus elecciones y decisiones. Ella persigue una vida plena que rompe con los estereotipos machistas y patriarcales.


(*) Todas las citas provienen del Ardi Parva (Primer Libro del Mahabharata).

Además de llegarnos a través de esta obra, también podemos acceder a Satyavati mediante el Harivamsa, un apéndice del Mahabharata, y del Devi Bhagavata Purana, que proclama a la feminidad como origen de toda existencia. 



 


 

miércoles, 6 de junio de 2018

GANDHI ANTES DE GANDHI

Mohandas Gandhi es reconocido como un líder decisivo en la lucha por la liberación de la India y también como impulsor de la no-violencia en todo el mundo, pero fue en Sudáfrica donde primero desarrolló sus actividades y sus doctrinas.

Gandhi residió en Sudáfrica entre los 23 y los 44 años, el fundamental periodo que lleva de la juventud a la madurez. Entre 1893 y 1914 - una etapa de 21 años - se convirtió en un combativo y experto activista por los derechos humanos, especialmente por los de sus compatriotas desplazados a la zona.

LUCHAS E INFLUENCIAS

Ya en 1894, muy poco después de su llegada a Sudáfrica, fue nombrado secretario general del partido Natal Indian Congress, desde donde impulsó todo tipo de iniciativas y reivindicaciones a favor de un trato igualitario entre todos los ciudadanos. A lo largo de los años, perfeccionó sus métodos y profundizó en los principios teóricos y espirituales en los que se basaban.

Entre la multitud de influencias que Gandhi recibió durante estos años cabe destacar dos libros sobre el resto: por un lado "Resistencia civil" de Thoreau y "El Reino de Dios está en vosotros" de Tolstói, por el otro.   

DESOBEDIENCIA CIVIL. THOREAU

Henry David Thoreau (1817 - 1862) fue un ensayista estadounidense conocido sobre todo por dos de sus obras: "Walden", una reflexión sobre la vida en la Naturaleza, y "Desobediencia civil", en la que razona sobre la resistencia a las normas impuestas por un estado injusto.

Las ideas de Thoreau han influido en toda clase de campos (la ecología, la lucha por los derechos civiles, la revolución hippy, etc.) y han enriquecido el pensamiento y la acción de multitud de personalidades, desde John F. Kennedy o Martin Luther King a autores como Marcel Proust o Ernest Hemingway.

Gandhi conoció "Desobediencia civil" en 1907 y quedó tan impresionado que publicó una larga reseña en Indian Opinion, el diario de su movimiento, destacando que Thoreau era uno de los impulsores de la abolición de la esclavitud en los Estados Unidos y también que:

"Thoreau fue un gran escritor, filósofo y poeta y también un hombre práctico que no enseñó nada que no estuviera preparado para llevar a cabo él mismo."   

EL REINO DE DIOS ESTÁ EN VOSOTROS. TOLSTÓI
     
León Tolstói (1828 - 1910), el gran novelista ruso, es un clásico de todos los tiempos. En los últimos años de su vida evolucionó hacia la investigación filosófica y en su ideario destaca la noción de la resistencia pacífica que expresó en libros como "El Reino de Dios está en vosotros". Influyó poderosamente en grandes personalidades del siglo XX como, además de Gandhi, Martin Luther King.

En su obra, Tolstói expone que la no resistencia es una de las claves de la doctrina cristiana. La idea se encuentra en el Sermón de la Montaña, donde se insiste en el concepto del amor a los enemigos.

EL PENSAMIENTO Y LA ACCIÓN

Aparte de las doctrinas de Thoreau y Tolstói - y de la sólida formación religiosa que Gandhi profundizó durante toda su vida - recibió lógicamente muchas otras influencias. Fueron muy importantes, por ejemplo, el pensador inglés John Ruskin (1818 - 1900) - que ayudo a modelar buena parte de sus ideas sobre economía - o el estadounidense William Salter (1853 - 1931), sobre ética de la religión.

En todo caso, fueron estas ideologías y las actividades que llevó a cabo en Sudáfrica lo que explican su lucha en la India y la expansión de la idea de la no-violencia en el mundo.

lunes, 7 de mayo de 2018

EL REY DE LOS CUERVOS, SUS MINISTROS Y QUÉ HACER CON LAS LECHUZAS (PANCHATANTRA 4)

Nublado, el Rey de los cuervos, estaba muy preocupado: cada noche, cuando se ocultaba el sol, aparecía Feroz, el monarca de las lechuzas que, acompañado por algunos de sus súbditos, atacaba a los cuervos que vivían con él y que, en la oscuridad, no podían defenderse.

Harto, decidió consultar a sus ministros.

 
"Haz las paces con las lechuzas", le aconsejó Nuevavida, "ya que:"

Si quieres saber lo que pienso
nunca luches contra el fuerte.
¿Quién ha visto a una nube
avanzar contra el viento?

Pero Vuelvealavida le recomendó hacer lo contrario:

Con quien falta a la verdad
nunca se debe hacer una alianza.
Aunque se comprometa
su malicia le hará romper cualquier pacto.

Vivelavida tenía una opinión muy distinta:

Retirarse es lo mejor
ya que te abre dos puertas:
salvar la vida
y prepararse para ganar.

El criterio de Miralavida era también otro:

Un solo hombre, firme en su puesto,
puede combatir a cien enemigos,
por poderosos que sean.
Jamás abandones tu país.

Largavida añadió otro punto de vista:

Aunque sea débil una caña
con las otras coge y de fuerza
para resistir malostratos,
como hacen los reyes unidos contra un enemigo.

En último lugar, Vidafirme también dió su opinión:


Mira con desconfianza
las medidas de paz y de guerra.
Busca tus objetivos
haciendo siempre lo que más convenga.

Sin saber qué era lo mejor, Nublado se dirigió a Vidafuerte, el antiguo consejero de su padre, que, después de escucharle atentamente, le dijo:

Las vacas ven por el olfato,
las Escrituras sirven a los brahmanes
y las gentes usan los ojos.
El Rey percibe gracias a los espías.

Y, como nos cuenta el Panchtantra, así fue como - después de seguir la recomendación del ministro paterno y enviar espías a todas partes - el Rey de los cuervos supo lo que debía hacer.   




 

miércoles, 4 de abril de 2018

PROXIMIDAD Y DISTANCIA. LEER EL RIGVEDA EN EL SIGLO XXI

Es sorprendente pero indudable: los lectores que frecuentamos el Rigveda quedamos - nunca mejor dicho - literalmente atrapados.

No importa cuál de los 1.028 himnos del Rigveda, ni cuál de sus 10 mandalas (o libros) leemos, y a pesar del abismo temporal de cuatro o cinco milenios que nos separa de su composición, constatamos una manifiesta consanguinidad intelectual y emocional con sus textos. Somo hermanos de sus autores.   

Las divinidades invocadas suelen ser la divinización de fenómenos naturales habituales o conocidos en cualquier zona del planeta, en cualquier momento. La actualidad incluida, naturalmente.

Los anhelos que se manifiestan a través de las peticiones que se les plantean son el fiel reflejo de nuestros propios afanes. Las podríamos hacer - y, tal vez, de hecho, las hacemos a divinidades diversas - nosotros mismos. 

Pero, al mismo tiempo, la atmósfera que los textos transmiten, la situaciones evocadas por los versos, nos llevan hasta lugares y momentos extrañamente cautivadores, de un exotismo primordial. Parece que siempre nos han rodeado.

Podemos acercarnos a estas potentes irradiaciones literarias mediante, por ejemplo, las siguientes estrofas:    


HIMNO A SAVITRI (RV I.35)

1. Primero invoco a Agni, el fuego benefactor,
después a la protección de Mitra y Varuna, omnipotentes,
y también la Noche, que lleva el reposo al mundo de los vivos.
Finalmente recurro a Savitri, el núcleo del Sol, para que me dé su fuerza.

10. Que venga el espíritu divino,
el buen guía, clemente y generoso.
Que el dios alabado en los atardeceres
expulse brujos y demonios.

11. Por tus antiguos senderos en el cielo,
sin polvo y benignos, Savitri,
ven hacia nosotros.
Protégenos y háblanos, oh dios!


MONÓLOGO DE LA PALABRA (RV X.125)

1. Acompaño a los Rudra y a los Vasu,
a los hijos de Aditi y a Todos los Dioses.
Llevo dentro de mí a Mitra y Varuna,
a Indra y a Agni y a ambos Ashvins. 

3. Soy reina y reúno fortunas,
soy sabia y la primera en merecer sacrificios.
Los dioses me han difundido por todas partes;
he llegado y me he establecido en muchos lugares.

4. Gracias a mi toma alimento quien se da cuenta de lo que ve,
quien respira, quien escucha lo que es dicho;
incluso los que me ignoran permanecen en mi.
¡Oye, tú que escuchas, te digo la verdad!

Tanto el resto de las estrofas de estos himnos como las composiciones del Rigveda son plenamente actuales. Tratan del bienestar personal y colectivo.
Nos encontramos ante verdaderos clásicos: nos enriquecen cada vez que las leemos; nos dicen, siempre, cosas nuevas.

Incluso ahora mismo, en las primeras décadas del Siglo XXI.

 


miércoles, 28 de febrero de 2018

KUNTI: DEL FUEGO AL FUEGO, ENTRE LAS LLAMAS

Cuando nos adentramos en las páginas del Mahabharata (el gigantesco poema épico que narra la guerra de exterminio entre las dos ramas de una misma estirpe, epítome del permanente combate entre el Bien y el Mal,y al azar de sus dieciocho libros, sus lectores nos cruzamos a menudo con la Reina Kunti, madre de los heroicos Pandava y tía de los Kuru, sus mortales enemigos.

El trágico destino que la empuja y la persigue y los conflictos que constantemente la acompañan, siempre nos la muestran en inestable equilibrio entre la férrea defensa de su propia identidad, una maternidad con carnales vínculos cósmicos y un permanente encadenamiento de situaciones funestas.

Kunti, sin embargo, siempre consigue continuar. De un modo u otro, siempre sobrevive. Como en este texto, por ejemplo. 


FUEGO 1: ALTAR

Desde el principio, la vida de Kunti está marcada por el fuego. Y por unas condiciones externas - cambio de familia y de nombre, íntima contigüidad con las fuerzas de la naturaleza, virginidad perpetua - que sucesivamente asimila y supera. 

Estas circunstancias quedan claras en desde su primera aparición en el Mahabharata (1):

Sura, el monarca de los Yadu, tenía una hija llamada Pritha. De acuerdo con lo prometido ante el fuego, la dio a su tío, el rey de Kunti que la hizo su hija adoptiva, dándole el nombre del reino.

Uno de los brahmanes que visitó el palacio, complacido con las atenciones de la muchacha, le regaló un poderoso mantra y, tras revelarle la fórmula mágica, agregó: "Úsalo cuando quieras invocar a cualquier ser celestial. Te dejará embarazada, aunque mantendrás tu virginidad."

Kunti, escéptica, quiso comprobar las palabrás del brahman y llamó a Surya, el dios del Sol. La divinidad se encarnó ante ella, quedando en estado. Cuando dio a luz, asustada, puso al bebé en un cesto que soltó en un río cercano. (2)


LLAMAS

La juventud y la madurez de Kunti siguieron siendo una sucesión de obstáculos: un matrimonio estéril, más hijos de origen  sobrenatural,luchas, derrotas, exilios y constantes humillaciones a manos de sus sobrinos...


Un dramático diálogo con Karna, el hijo abandonado en la adolescencia, justo antes empezar la batalla que constituye el núcleo del Mahabharata, culmina este largo periodo y es el amargo preludio de infortunios aún más dolorosos:

Karna - enrolado en las filas de los Kurus, enemigos de los Pandava - dice a Kunti:

¡Oh, madre, me abandonaste en cuanto nací! Esta herida puso en riesgo mi vida y me ha negado desde entonces cualquier gloria    

Me he comprometido a luchar contra los Pandava con todas mis fuerzas. No abandonaré ni mis deberes, ni mis compromisos.

La narración continúa:

Después de estas palabras de Karna, Kunti, temblando de angustia, pero admirando la energía interior de su primogénito, respondió:

"A pesar de tu determinación y esfuerzo, los Kuru serán exterminados. El Destino siempre se cumple." (3)


FUEGO 2: BOSQUE

Después de los dieciocho días de la batalla, la amargura asola el país: la victoria lo ha destruido todo y ya no hay bandos entre sus dispersos habitantes.

El fuego - presente en el nacimiento de Kunti - vuelve a aparecer en su adiós definitivo durante la penitencia que, acompañada por sus familiares más cercanos, emprende tras la guerra:



Dhritarashtra, el rey de los Kuru, cogió el fuego sagrado y con su mujer y Kunti marchó al bosque.

Un día se levantó un viento muy fuerte y se declaró un gran incendio que todo lo quemó.

Manteniéndose firmes como troncos, Kunti, el rey y la reina Gandhari fueron envueltos por las llamas.

Y así fue como los tres se encontraron con la muerte.


RESCOLDOS

Un aspecto de Kunti murió hace miles de años en los bosques del Norte de la India.

Pero nos quedan - muy vivos - sus rescoldos.

Kunti - como siempre - sobrevive.

Aunque sea literariamente.      



(1) Adi Parva (El Libro del Comienzo). LXVII. Versión de estrofas entre la 130 y 
la 142.

(2) Clarísimos ecos bíblicos: fuego sagrado, madre virgen por intervención sobrenatural, recién nacido confiado a un río... ¡Mitos compartidos entre las tradiciones indoeuropea y semita!

(3) Udyoga Parva (El Libro del Esfuerzo). Selección de estrofas de los capítulos CXLV y CXLVI.

(4) Ahsramvasika Parva (El Libro de la Ermita). Selección de estrofas del capítulo XXXVII. 


    

 

miércoles, 24 de enero de 2018

OM: LAS DIMENSIONES DE LA CONCIENCIA (MANDUKYA UPANISHAD)

La palabra Om lo es todo. El pasado, el presente y el futuro. Y también todo lo que está más allá de todos los tiempos.

Todo ello es Brahman y este Atman (el Sí mismo) también es Brahman. Atman tiene cuatro dimensiones. 

La primera dimensión es Vaishvanara (el Hombre Universal) en estado de vigilia. En ella se es consciente de lo externo y se disfruta de los elementos densos. Tiene siete miembros y diecinueve bocas.

La segunda dimensión es Taijasa (la Luminosidad), el mundo de los sueños. En ella se es consciente de lo interno y se perciben las impresiones mentales. Tiene siete miembros y diecinueve bocas.

Cuando la persona dormida no tiene ni deseos ni sueños se encuentra en la tercera de las dimensiones de Atman, la del sueño profundo, que corresponde a Prajña (la Inteligencia Pura). Consciente de ella misma y centrada en ella misma, percibe y disfruta de su propia bienaventuranza. 

Esta conciencia todo lo gobierna. Todo lo sabe y todo lo crea. Es el origen de todo y todo lo disuelve; es el inicio y el final de toda existencia. Es la causa de todo.

Ni consciente de lo que está dentro ni de lo que está fuera, ni tampoco del estado intermedio; no centrada en nada excepto en la propia conciencia, pero ni totalmente consciente ni totalmente inconsciente de lo que es invisible, aislado, imperceptible, desprovista de toda connotación, impensable, indefinible, esencialmente de la naturaleza de la autoconciencia, negación de toda existencia, rebosante de paz, de suprema dicha y esencialmente una. Esta es la cuarta dimensión de Atman, sólo real cuando se accede a ella. 

Om es la forma verbal de Atman y está formada por tres sonidos: A, U y M. Cada sonido es una de sus dimensiones y cada dimensión, uno de sus sonidos.

La dimensión de Vaishvanara es el estado de vigilia y su sonido es A, el primero. Debido a su omnipresencia y prioridad quien lo conoce alcanza sus propios deseos.

La dimensión de Taijasa son los sueños; su sonido es U, el segundo. Manifiesta su superioridad y su naturaleza intermedia. Quien lo sabe aumenta el flujo de sus conocimientos y se vuelve igual a todo. Nadie ignorante de Brahman ha nacido jamás en su familia.

Prajña, que se manifiesta en la dimensión del sueño profundo, es el sonido M, el tercero. Es la medida y el final. Aquél que lo sabe todo lo mide y de todo es sostén.

El trascendente y unitario estado de suprema beatitud, carente de existencia sensible, es el sonido inaudible. El cuarto aspecto de OM es Atman. Quien conoce esta verdad, mediante su sí mismo, penetra en el Sí Mismo. 

 
DENTRO Y FUERA. SUTIL Y DENSO. TEORÍA Y PRÁCTICA

 El Mandukya Upanishad - del que el texto anterior ropone un nueva versión - es el más breve de las más de 200 obras sánscritas que, entre los siglos VIIaC y XVdC, reflexionan y especulan sobre la unidad entre el principio creador (Brahman) y el sí mismo (Atman). Se atribuye al rishi Mandukya, según algunas fuentes uno de los recopiladores del Rig Veda. 

La obra - al igual que el resto de composiciones similares, designadas todas ellas como "Upanishads" - ha sido objeto de numerosos estudios y traducciones. 

Como hemos visto en el propio texto, más allá de su evidente interés cultural, doctrinal y filosófico, el Mandukya Upanishad examina y aclara metódicamente y desde ángulos escrupulosamente sucesivos los diversos aspectos de la palabra "om", invocada a menudo en el yoga y la meditación.