martes, 31 de enero de 2017

KRISHNA, DESDE SIEMPRE EN TODAS LAS ENCRUCIJADAS



Nacido, como tantos otros personajes de la historia de la Humanidad, sin intervención masculina y muerto a causa de una flecha clavada en el pie, como Aquiles, el legendario héroe griego, Krishna es considerado una de las reencarnaciones de Vishnu, el dios preservador de la tríada hindú.


Su nombre - que, en sánscrito, significa negro o, según el contexto, también azul oscuro - figura con profusión en el Mahabharata, donde su presencia resulta esencial para el desarrollo de la gigantesca historia y es el interlocutor de Arjuna en el famoso diálogo que recoge el Bhagavad Gita. Pero aparece ya antes, al propio Rigveda, el primer texto poético conservado en una lengua indoeuropea, y continúa después en algunos tratados doctrinales, se hace popular en la literatura y en la cultura de la India y es el eje de numerosas prácticas espirituales de todos los tiempos, incluidos los actuales.




Su vida, que tiene como uno de sus primeros episodios el pastoreo de rebaños de vacunos, está plagado de actos de bondad, de valentía y de sabiduría: heroico destructor de monstruos demoníacos, príncipe que recupera su reino, rey amigo de reyes, marido de 16.100 doncellas que libera del diablo que las había secuestrado, esposo también de ocho avatares de Lakshmi, la mujer del dios Vishnu, y padre de una numerosa estirpe. Su muerte tiene diferentes versiones según las tradiciones y marca, de acuerdo con otras doctrinas, el inicio de la Kali Yuga, la era en la que estamos viviendo.



En cualquier caso, su vigencia literaria y espiritual se mantiene viva. Proclamado por algunos presencia permanente de la bondad en la Tierra o bien que aparece, una y otra vez, cuando su venida es indispensable para restablecer la paz y la justicia, Krishna permanece a través de las épocas y acumula nuevos matices y atributos según los sucesivos puntos de vista desde los que es recuperado, observado, interpretado y descrito.



Como otros personajes históricos, literarios, legendarios y espirituales de la cultura sánscrita (y también de la grecolatina, de la eslava o de la semítica) su biografía y sus enseñanzas son hitos que vamos encontrando a lo largo de los caminos de nuestra geografía personal.

martes, 3 de enero de 2017

IMPULSOS SÁNSCRITOS: EL HATHA YOGA PRADIPIKA, POR EJEMPLO


Más allá de su gramática científicamente perfecta, de su léxico exhaustivo y de una literatura que lo describe absolutamente todo, a lo largo de los milenios, el sánscrito ha difundido una cosmogonía naturalista divinizada, en la que cada mujer y cada hombre tenemos una función primordial.

Esta voluntad de trascender la simple e inmediata condición humana queda patente desde los primeros textos utilizados por su civilización para expresarse: los himnos recogidos en el Rig Veda exploran, fundamentalmente, el papel de la Humanidad en el Cosmos.



Después de este deslumbrante Big Bang metafísico, los Upanishads (VIII-IV aC) y la Bhagavad Gita (III aC) o las propuestas éticas y políticas de Gandhi o las especulaciones filosóficas contemporáneas de, por ejemplo, Krishnamurti, Aurobindo o Nisargadatta siguen avanzando en esta direción.


El Hatha Yoga Pradipika, un paso más

Pero entre un extremo temporal y el otro, disponemos de una notabilísima literatura que insiste en esta búsqueda. Paradigma de este tesoror es el Hatha Yoga Pradipika, un manual de yoga del siglo XV que acerca al lector a los conceptos básicos de esta disciplina y que ya fueron empezados a difundir en el siglo III aC por Patañjali en sus Yoga Sutras.

Y, como muestra esta brevísima selección, lo hace actualizando los conocimientos sobre esta disciplina, con una clara intención didáctica y, sobre todo, desde una perspectiva nítidamente evolutiva:

A todos aquellos que andan perdidos en la oscuridad de la multiplicidad de creencias, incapaces de lograr el Raja Yoga, el compasivo Swatmarama, ofrece la luz de la sabiduría del Hatha Yoga (I.3).

(En este contexto, el Raja Yoga - o Yoga Real (mana = rey) - es el yoga integral que incluye normas éticas, ejercicios físicos y prácticas mentales. Swatmarama es el nombre del legendario autor de la recopilación.)


Con las dos piernas extendidas en el suelo, derechas como bastones, coge los dedos gordos de los pies con las manos, poniendo la frente sobre las rodillas. Hay que persistir en esta posición que se denomina pashimotassana (I.28).

(El Hatha Yoga Pradipika mujer instrucciones detalladas para la realización de 15 asanas - o posturas - a pesar de que, según las creencias tradicionales, el mitológico dios Shiva en reveló 8.400.000, de las 84 son indispensable y 32 las más adecuadas para los hombres. En la actualidad, se practican más de un centenar.)

Este excelente asana hace circular la corriente vital de la espalda por el nadi shusumna, reanima el fuego digestivo, adelgaza el vientre y cura todas las enfermedades (I.29)

(Nadi es el nombre genérico de los canales de energía sutil que, según la medicina tradicional india, recorren el cuerpo humano. Sushumna es la denominación común de los dos conductos situados a lo largo de la médula espinal,)


La realización llega a los que practican con constancia. Como puede acceder la persona inactiva? No es leyendo tratados que se consigue la perfección (I.65)



Mientras la respiración sea irregular la mente será inestable; cuando la respiración se calme la mente permanecerá inmóvil y el yogui logrará equilibrio y larga vida. Por lo tanto, debe controlar la respiración por medio de la práctica del pranayama (II.2).

(Los diversos ejercicios de control de la respiración - o pranayama - son una de las técnicas básicas del Hatha Yoga)


De la misma manera que la sal se vuelve una sola con el agua en la que se disuelve, cuando el Atman y el Manas se fusionan, se produce el Samadhi (IV.5)

(Atman puede traducirse aquí por esencia personal o alma. Manas significa mente y Samadhi significa en este contexto contemplación o unión con la Absoluta. Se trata de términos propios del yoga avanzado).


El fuego que quema un trozo de madera se apaga cuando la ha consumido toda. Así también la mente que permanece concentrada y no busca más pensamientos, se diluye en el nada. (IV.98)

(Según la metafísica clásica india, nada es la sutil vibración sonora del Universo.)


Un yogui que alcanza el Samadhi no está dominado por el proceso del tiempo ni por la muerte, ni tampoco por el karma. Nada ni nadie puede afectarlo (IV.108)


(Karma es la denominación genérica de los frutos de las acciones. El control de los pensamientos merece una atención muy especial en el Hatha Yoga, que en preconiza y describe varios niveles. Todos tienen una sola finalidad, que es también la del Hatha Yoga: el Samadhi o culminación de la evolución humana individual,)