lunes, 27 de mayo de 2019

COMPRENDER EL BHAGAVAD GITA. MIRAR ALREDEDOR

Lo sabemos: el Gita es un ámbito de aprendizaje.

Desde sus inicios, que nos muestran a un angustiado Arjuna (con quien fácilmente nos identificamos), hasta la victoriosa última estrofa, en la que se canta con entusiasmo la alegría del triunfo, los 700 versos del Gita despliegan ante nosotros todos los detalles de unas creencias éticas y espirituales que nos ayudan a comportarse de manera - como mínimo - provechosa: directos hasta nuestros objetivos. 

El propio Krishna - en esta ocasión interlocutor de Arjuna y, sobre todo, nuestro imaginario instructor - afirma, repetidamente y de modo explícito, su ánimo didáctico:

Es este mismo Yoga antiguo lo que hoy te he enseñado; se trata del misterio supremo. Te he tratado como a un amigo fiel. (04.03)

Pero una empresa de estas dimensiones precisa de un método en enseñanza completo y reiterativo. Y Krishna entra en unos detalles que Arjuna - hombre de acción - no acaba de comprender. Por ello, con frecuencia, le interrumpe y pregunta a su amigo sobre sus (y nuestras) terrenas e inmediatas inquietudes:

¿Cuando se puede afirmar que un hombre posee la sabiduría, o que ha alcanzado la contemplación? ¿Como habla quien ha visto la Luz? ¿Como se sienta? ¿Como anda? (02.54)

Y Krishna, paciente, le responde y aclara una y otra vez lo que su amigo le pregunta. Y lo hace de la mejor manera que se le ocurre: poniéndole ejemplos de la vida cotidiana:

Cuando, como la tortuga que retrae totalmente sus miembros, el hombre separa sus sentidos de los objetos sensibles, la sabiduría es sólida. (02.58)

Como un fuego ardiente reduce un bosque a cenizas, así las llamas del conocimiento queman todas las acciones. (04.37) 

LA VERDAD ESTÁ AQUÍ
 

Krishna - el texto - utiliza constantemente ejemplos extraídos de lo que Arjuna (y el lector) ve a su alrededor. Manteniéndose fiel a su método, aclara los conceptos que va exponiendo:

Quien fundamenta sus actos en Bramán y actúa sin ataduras no es alcanzado por el dolor, como el agua que desliza sobre las hojas del loto. (05.10)

Se trata casi siempre de semejanzas entre lo expuesto y las características de fenómenos cercanos a Arjuna:

Aunque fueras el peor de los pecadores, llevado en la nave del conocimiento, cruzarías el mar del mal. (04.36)


La mente es cambiante, imperiosa, violenta, tenaz. Como el viento, es difícil de fijar. (06.34)

La temática es tan variada como la vida diaria de cada persona:

Como el océano que acoge las aguas de los ríos y nunca se llena, no cedas a la atracción de los deseos. (02.70)

Pero a menudo los comentarios de Krishna se refieren a aspectos aún más claros como la luz, el día, el fuego...

KRISHNA SE MUESTRA A SI MISMO

Es en el décimo capítulo del fragmento del Mahabharata que acoge al Bhagavad Gita - bautizado, por cierto, por sus explícitos tratadistas y traductores como el de la Manifestaciones - que Krishna reúne la esencia de sus respuestas.


Comienza con algunas que siguen siendo exclusivamente doctrinales:

Quien me conoce como soberano del mundo, eterno, sin comienzo, maestro entre los mortales, el libre de pecado. (10.03)

Un poco más abajo, Krishna reafirma su identificación con la integridad de la Creación:

Soy el origen de todo, todo procede de mi. Es con esta convicción que se vinculan a mi los sabios con el pensamiento más profundo. (10.08)

Y Arjuna, sobrepasado por la vehemencia de su amigo, le vuelve a pedir aclaraciones:

Como maestro del Yoga, incluso si meditara sin tregua sobre ti ¿como sabría bajo que formas de la existencia podría reconocerte?

Krishna, de nuevo en el camino de la inmediatez, le responde con ejemplos similares a los que ha ido ya utilizando anteriormente:

Entre los doce dioses del Sol, soy Vishnu y entre los astros, el Sol radiante. Soy el dios de la Luz entre las divinidades de las tormentas y la Luna entre la constelaciones. (10.21)

Entre las letras soy la A y la primera entre las palabras. Soy todos los tiempos de los verbos y el creador de los colores. (10.33)

Entre los cantos soy el más bello, entre los versos, el más armonioso. Soy el primer mes del año y entre las estaciones, la primavera. (10.35)

Soy la fuerza de los ganadores, la política de los reyes. Soy el silencio de los templos y la ciencia de los sabios. (10.38)

Las aclaraciones finales de Krishna pretenden alumbrar el entendimiento de Arjuna con una respuesta que pretende definitiva:

Comprende que toda manifestación, toda vida, toda belleza y toda energía se originan en una parcela de mi potencia. (10.41)

MIRAR ALREDEDOR, COMPRENDER EL BHAGAVAD GITA

Krishna insiste en explicar una y otra vez que él es, en definitiva, la totalidad de la realidad, que no hay nada más allá ni más acá. Una respuesta bien clara:

Del agua, soy el gusto. La luz dentro de la Luna y dentro del Sol. Soy la sílaba Om que encontramos en los Veda, el sonido en el espacio, toda la fuerza de cada persona. (07.08)