martes, 19 de mayo de 2015

BHAGAVAD GITA: UNA CITA CON LA ACCIÓN. Y CON LA VICTORIA

El Bhagavad Gita es valorado como la síntesis de las diversas corrientes de la espiritualidad y de la filosofía de la India.

Pero este famoso fragmento del Mahabharata es, de hecho, primariamente, una guía que ayuda a desvanecer dudas, tomar decisiones y, sobre todo, orientar la acción hacia el triunfo.

Sus contenidos están al servicio de este objetivo prioritario.

Arjuna, uno de los protagonistas del diálogo a través del cual el Bhagavad Gita despliega sus argumentos, deja clara su angustia y, dirigiéndose a Krishna, le pide dramáticamente consejo:

Mi corazón se siente débil y triste
y mi mente no sabe cuál es mi deber.
Te pregunto qué es mejor.
Soy tu discípulo, me he entregado a ti. ¡Instrúyeme!
BG 2.7

A partir de este momento, el poema expone de manera metódica sus razonamientos y establece los fundamentos de una acción profundamente ética, que basa su eficacia - y su aceptación en Occidente - en la atemporalidad y validez universal de los principios que propone.




Krishna - una de las diez mesiánicas encarnaciones de Vishnu, la deidad que simboliza las energías positivas - insta a Arjuna a cumplir con su deber, es decir, de modo congruente con el contexto en el que se sitúa la obra, a luchar: 


Si no combates en esta guerra justa,
abandonas tu deber y tu honor
y te conviertes en culpable.
BG 2.33

Después de este llamamiento a cumplir con el deber personal, Krishna ensancha la perspectiva y añade el concepto de orden colectivo. Su regreso a la Tierra - y, por tanto, la reactivación de las energías positivas que Vishnu a través de él expresa - tiene lugar siempre que hay que restablecer el equilibrio roto:

Cada vez que el orden se marchita
y florece el desorden, 
me creo a mí mismo.
BG 4.7

Pero no es suficiente. La condición para la recuperación de la armonía es que la acción individual confirme y manifieste la trayectoria cósmica que Krishna simboliza:  

Levántate por tanto y cosecha gran gloria;
gobierna el rico reino venciendo a tus enemigos.
Yo mismo los he condenado en el pasado;
sé meramente mi mano en esta ocasión, hábil arquero.
BG 11.33

La última estrofa del Bhagavad Gita ratifica cuál es la clave de la victoria. Para decirlo según la conocida metáfora bíblica, lo que asegura el triunfo - y el gozo, y la alegría - es la "alianza" entre el hombre (Arjuna) y los principios que impulsan al Cosmos (Krishna):

Allí donde está Krishna, el Maestro del Yoga,
y Arjuna, el Arquero,
son seguras la fortuna, la victoria,
la prosperidad y la paz.
BG 18.78