miércoles, 27 de diciembre de 2017

LA NO-VIOLENCIA ES EL MEDIO, EL OBJETIVO ES LA VERDAD (ALGUNOS TEXTOS DE GANDHI)

"Me encontré con que la expresión 'resistencia pasiva' era interpretada de manera muy restrictiva, como si se tratara únicamente de un arma de la débiles contra los fuertes, de un arma que incluso podía caracterizarse por el odio o por manifestarse como un tipo de violencia.

Era evidente que teníamos que crear una nueva manera de referirnos a nuestra lucha, debíamos encontrar la forma de expresar todas las dimensiones del combate que llevábamos a cabo y explicar cuáles eran sus fundamentos."

Estas palabras de Gandhi explican la génesis del término "satyagraha", que designó su movimiento desde comienzos del siglo XX.


Satyagraha: insistencia en la verdad  

Satyagraha es una palabra compuesta, formada por los substantivos sánscritos "satya" (verdad) (1) y "agraha" (insistencia), en la que el propio Gandhi fue profundizando a lo largo de los años, asociándolo a menudo con la resistencia civil:


- Satyagraha, de la que la resistencia civil es una faceta más, es para mi la Ley Universal de la Vida.

- Satyagraha es un arma esencialmente espiritual.

- Satyagraha no depende de circunstancias externas, sino que obtiene toda su fuerza del interior de las personas.

- Satyagraha no es predominantemente desobediencia civil, sino una tranquila búsqueda de la Verdad.   


 Verdad y no-violencia

Gandhi - espoloneado por sus profundas creencias hinduistas (2) - reflexionó también sobre el concepto de Verdad y su relación con la no-violencia:

- Ni la violencia ni la mentira, sino la violencia y la verdad son nuestra razón de ser.

- El camino de la paz es el camino de la verdad. La veracidad es incluso más importante que el pacifismo.

- La verdad es mi religión i la no-violencia la única vía para su realización.

- La propagación de la verdad y de la no-violencia puede hacerse menos por medio de los libros que viviendo realmente en estos principios.


Finalidad y medios

Además de éstas y muchas otras consideraciones del mismo tipo, que sintetizan el núcleo de su concepción trascendente de la no-violencia y los derechos humanos, Gandhi también desarrolló su pensamiento de manera más articuladas, como, por ejemplo, así:

"La No-violencia y la Verdad están tan entrelazadas que es prácticamente imposible distinguirlas y separarlas.

Son como las dos caras de la misma moneda."

Y, en cualquier caso:

"Pero la No-violencia es el medio y la Verdad, el objetivo."


(1) Para tomar consciencia del sentido universal e intemporal del combate gandhiano, puede ser útil seguir el camino trazado por Nietzsche - filósofo pero también catedrático de filología clásica - para quien "la filología es el arte de leer lentamente.

Si hacemos caso de su criterio y "leemos lentamente" el término "satya", nos damos cuenta de que proviene de "sat", uno de los participios de "as", verbo que corresponde a nuestro "ser".

"Satya", por lo tanto, además de "verdad", significa "existencia" y, en último término", "realidad".


(2) Ghandi creció en un entorno devotamente vishnuita y su formación filosófica se desarrolló en la tradición del Advaita Vedanta (vedismo no dualista).

Por otra parte "satya" (verdad) y "ahimsa" (no-violencia) son los dos primeros preceptos de Yama y Niyama, el conjunto de diez normas de compotamiento ético, propias del hinduismo y del yoga. 
 


 
  

miércoles, 8 de noviembre de 2017

LA ARDILLA, LOS SIMIOS Y EL PUENTE A LANKA (RAMAYANA, VERSIÓN ALTERNATIVA)

- ¡Apártate! Siempre te pones en medio... ¿No ves que estoy cargando esta roca? ¡Al final conseguirás que me caiga!

Así increpó un mono a la ardilla que se deslizaba, apresurada, entre sus piernas y las de sus compañeros. Estaban acumulando troncos y grandes rocas para construir un puente entre tierra firme y la lejana isla de Lanka.

- ¡Yo también quiero ayudar a liberar a Sita! - respondió la excitada ardilla que iba colocando guijarros y ramitas entre los materiales que estaban formando la enorme plataforma.


Los simios construían un acceso para que Rama y su ejército pudiera llegar a la isla y recuperar a su esposa, secuestrada y mantenida prisionera en su reina en medio del mar, por el diabólico Ravana. De hecho, fue el propio Rama quien, interesado por el corro formado alrededor del griterío, acudió a calmar los ánimos.

- No os peleéis - rogó el heroico Rama, octava encarnación de Vishnu - Los guijarros y las ramitas que trae la ardilla sirven para trabar y hacer más fuertes los cimientos del puente que nos llevará a la victoria.

Y añadió, acariciando a la ardilla:

- Las grandes tareas sólo son posibles con la colaboración de todos. Cuanto más difícil es el reto, más juntos debemos estar.

Y así fue como, después de terminar el puente y grandes esfuerzos, Sita pudo ser liberada.

(Y como, desde entonces, la ardillas de aquellas tierras lucen tres rayas en el lomo.)


AQUELLO QUE LOS RAMAYANAS - Y LOS PUENTES - UNEN

La fábula de la ardilla acariciada por Rama no figura en la versión del Ramayana considerada tradicionalmente canónica y más antigua, atribuida a Valmiki.

En realidad, según se clasifiquen, hay más de trescientas versiones de este gran poema épico. Tanto Rama como su viaje - "yana" significa viaje en sánscrito -, así como la multitud de otros personajes que le acompañan han sido y son objeto de devoción popular por todo el Sudeste asiático, desde Nepal a Filipinas y, en la actualidad, también en Occidente.

El libro es considerado sagrado por numerosas creencias hinduistas, budistas, sijs y jainistas de todas las latitudes en las que estas doctrinas se practican. Muchos de estos cultos han generado sus propias versiones de la obra y así, a partir de un núcleo narrativo básico, más o menos invariable, el Ramayana ha ido enriqueciéndose con las correspondientes versiones que acogen y se adaptan a las características particulares de fe, tiempo y lugar. 

Hay, además, desde siempre, numerosas versiones resumidas y obras de teatro completas o de episodios singulares, como el de la ardillas, por ejemplo. Además, proliferan últimamente, por todo el mundo, adaptaciones cinematográficas y para la televisión, así como una nutrida colección de cómics. 

En cualquier caso, lo que es también materialmente cierto, es que el puente escenario de la fábula de la ardilla, más allá de su origen mítico, existe. Tramos de carreteras y puentes intermedios, construidos sobre la cadena de bancos rocosos que hay entre el subcontinente indio i la isla de la actual Sri-Lanka, permiten salvar, cómodamente, la cincuentena de kilómetros que los separan.

O que - como hacen los Ramayanas esparcidos por el mundo, en cuanto a pueblos y culturas - los van uniendo.  

lunes, 16 de octubre de 2017

GANDHI: ... LA NO VIOLENCIA ES EL CAMINO

Al convertir la virtud individual y privada de la no violencia en práctica pública y colectiva, Gandhi nos indica el camino hacia una Humanidad más humana:

- La no violencia es la fuerza más poderosa del mundo. Una persona que utiliza la no violencia ejerce un poder superior al de cualquier forma de brutalidad.

- Una ley injusta es, por sí misma, un tipo de violencia; pero hay que resistirse a la violencia mediante la no violencia. 

- El poder de una persona no violenta siempre es mayor del que tendría si fuese violenta. Para la no violencia no hay derrota posible.

- La valentía de los no violentos es enormemente superior a la de los violentos.

- El poder no proviene de factores físicos. Emana de una voluntad indomable.

- Los débiles nunca pueden perdonar. El perdón es el atributo de los fuertes.

- La no violencia es una ley universal que actúa en todas las circunstancias.

- La no violencia es una cualidad que no proviene del cuerpo sino del alma. 

- La no violencia es la fuerza más grande de la que dispone la Humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más potente inventada por la ingenuidad del hombre.

- La no violencia es una nueva arma en el proceso de evolución. Sus extraordinarias potencialidades están aún inexploradas.

La sustitución de la ley del más fuerte por la propuesta del bien compartido es, sin duda, un nuevo paso en la evolución humana.

Hoy es, como, por otra parte, cada día, el mejor momento para hacerlo. 
 
 

lunes, 25 de septiembre de 2017

ALEJA, AURORA, LAS TINIEBLAS (RV 10.172)

Ven en la plenitud
de tu belleza; 
la vigorosa asamblea que se acerca
continúa su camino.

Ven con los mejores augurios
- con los más generosos,
alzemos, más alto, mayor,
nuestro afán.

¡Aleja, Aurora, 
las tinieblas!
Derrótalas
con tu excelencia.



El himno 172 del décimo Mandala (o, en este contexto, Libro) del Rig Veda fue compuesto - como el resto de los textos incluidos en el volumen - hace más de cuatro mil años.

jueves, 7 de septiembre de 2017

PANCHATANTRA. LA FÁBULA DE LA LIEBRE Y EL LEÓN (*)

- ¿Os ha quedado claro? - dijo el león Bhasuraka a los animales que habían ido a parlamentar con él. Y añadió: - A partir de ahora, cada mediodía sin falta, me mandáis a uno de vosotros para el almuerzo. 


Resignados, desde aquel día, ciervos, jabalíes, búfalos y los demás animales del bosque, suministró, por turno, a uno de ellos para satisfacer las exigencias del león.

Cuando le llegó el turno a la liebre, mientras iba hacia la guarida en la que la esperaba el sacrificio, no dejaba de cavilar:

 
¿En qué puede la inteligencia no prevalecer?
¿En qué puede fracasar la determinación?
¿Qué puede no ser dominado un reto bien pensado?
¿Qué puede no ser vencido por el coraje? 

Cuando llegó ante Bhasuraka ya tenía pensada la solución, pero, en cuanto la vio, el león le dijo con voz feroz: - ¿Crees que éstas son horas de postrarte ante mi? ¡Me estoy muriendo de hambre! Además, eres tan pequeña que contigo no tengo ni para el aperitivo.

La liebre les respondió: - Perdonad, Majestad! Como soy tan poca cosa, los demás animales me han enviado ante Vos con cinco compañeras más, pero, a medio camino, nos ha salido al paso un colega vuestro.

- ¿Dónde vais? - nos ha preguntado. - Somos el almuerzo de Bhasuraka - hemos respondido.

Entonces aquel león se ha comido a mis cinco compañeras y me ha gritado: - Este reino me pertenece a mi. Ves a buscarme a ese Bhasuraka. ¡Que venga aquí ahora mismo! ¡Ya le enseñaré yo quién manda aquí!

- He venido enseguida, Alteza, pero el encuentro me ha retrasado y por eso... 




Mientras la liebre hablaba, Bhasuraka se iba enfureciendo más y más, hasta que, dando voces y gesticulado, la interrumpió:

- Llévame donde está impostor. ¡Ya! Él pagará por todos vosotros. Le voy a enseñar quien manda aquí ahora mismo, porque todo el mundo sabe que:

Quien no aplasta al nacer
enfermedad o enemigo,
por eso que deja crecer
pronto será destruido.

La liebre recordó la sentencia:

El guerrero que,
en loco deseo por la batalla,
no compara las fuerzas enfrentadas, 
caerá como polilla entre las llamas.

pero, lógicamente, no dijo nada y condujo a Bhasuraka hasta un pozo que conocía.

- Está aquí dentro - le dijo, señalando su interior.

Entonces, Bhasuraka se asomó con un gran rugido. Viendo su propio reflejo en el agua del fondo y, escuchando el eco de su propio bramido, creyó que su rival le retaba, se precipito dentro del pozo para matarle y él solo se ahogó.

Y así es como una modesta liebre, con su ingenio, venció a un enemigo mucho mayor, porque ya lo dice y lo repite el dicho:

Quien es listo, es fuerte;
pero, ¿pueden juntarse furia y cordura?
La liebre utilizó la rabia sin control
para llevar al león hasta la muerte.


(*) Esta narración proviene de la obra escrita en sánscrito en el siglo III aC, conocida como Panchatantra. La obra recopila un par de centenares de divertidas fábulas interconectadas que muestran y proponen soluciones a los comportamientos propios de las relaciones humanas.

   


  

lunes, 31 de julio de 2017

GITA GOVINDA: LOS AMORES DEL DIOS OSCURO



El Gita Govinda, uno de los poemas líricos más célebres la literatura sánscrita describe, en una atmósfera pastoral propia de Virgilio, la apasionada relación amorosa entre un Krishna adolescente, en aquellos momentos pastor de vacas, y Radha, dedicada, como él, a tener cuidado de un rebaño.


Pero más allá de esto, el texto, a la manera del bíblico Cantar de los Cantares, es una bellísima celebración de las experiencias espirituales de la devoción religiosa.

Compuesta en el siglo XII por Jayaveda, la obra así como el resto de los trabajos del poeta, mantiene aún ahora, una profunda influencia en la cultura de la India ya que está en la base de la danza clásica del subcontinente y también de la música que lo acompaña.


El Gita Govinda inspira igualmente el importante corriente religiosa del culto a Vishnu, del que Krishna es el octavo avatar.



Los tres breves fragmentos de más abajo son un modestísimo testimonio de los textos.



Y una invitación a una lectura completa:

Krishna vive ahora en pleno bosque;
hace tiempo que se ha ido de casa.
Duerme intranquilo en el suelo
y siempre dice tu nombre.
Adornado con una guirnalda de flores salvajes,
sufre por no poder estar a tu lado. 

El cielo está nublado y el bosque parece el cielo:
un gran arco de negras ramas de tamal.
"¡Oh Radha, Radha! Lleva esta alma temblorosa.
 en la profunda medianoche, a tu morada de oro".
Esto dijo Nanda y, guiados por el corazón de Radha, 
los pies de Krishna contraron el camino más recto
para que, en la felicidad que todos los altos corazones heredan,
caten juntos el divino deleite del amor.

... Y Krishna pide a Radha:
haz que las palabras salgan
de tus dulces labios,
semejantes al nectar que mana de la Luna.
Con los elixires de tus labios,
salvaje, mujer salvaje, llévame contigo. 

El Gita Govinda es un clásico de la literatura sánscrita que forma parte del patrimonio cultural de la Humanidad.

¡Y de nuestras bibliotecas personales!





(*) El título y el texto de este artículo pretenden ser un homenaje y un agradecimiento a Barbara Stoler Miller (1940 - 1993), estudiosa y traductora de numerosos textos sánscritos, entre ellos una maravillosa versión del Gita Govinda, que, haciendo referencia al color de la piel de Govinda, uno de los apodos de Krishna, tituló "Love Song of the Dark Lord".

 


sábado, 15 de julio de 2017

CON SITA, MÁS ALLÁ DEL TIEMPO



Como Elena de Troya o Penélope de Itaca, Sita - la protagonista femenina del Ramayana - es uno de los grandes personajes de la literatura universal.

Con claras afinidades con las dos heroínas homéricas - como Elena, fue raptada y motivo de una guerra feroz y, a similitud de Penélope, recuperada después de que su esposo consiguiera tensar un arco mítico y disparase sus flechas para eliminar a sus enemigos - Sita es el gran eje alrededor del cual gira el resto de protagonistas de la gran obra épica sánscrita, incluido el legendario Rama. 

Quizás fugaz diosa védica de la fertilidad - sólo aparece una vez en el Rigveda - Sita es considerada un avatar de Lakshmi, la deidad hindú de la abundancia, que, en un torbellino de parentescos, emparejamientos y encarnaciones, es, a su vez, la mitológica esposa de Vishnu, divinización de las energías positivas del Universo y de la que el propio Rama es, por cierto, una forma humana. 

Sea como sea, Sita de Ayodhya (la ciudad donde reside su consorte) es el arquetipo, indiscutible y permanente, de hija, princesa, esposa y reina.

BELLEZA ABSOLUTA

El rasgo más visible y memorable de Sita es, sin duda, su fascinante belleza, que mantuvo cautivo a Rama a lo largo de toda su vida.

Pero, por otra parte, fue también su hermosura lo que sedujo a Ravana - el diablo que la secuestró - quien, a fin de conservarla, terminó perdiendo familia,
reino y vida.

Incluso Hanuman, el simio que, al servicio de Rama, sin haberlo visto nunca
antes, pero orientado por su fama, la reconoció en el jardín secreto en el que estaba prisionera, pudiendo así guiar a su ejército libertador.

NADA LA ROMPE

Pero su aspecto externo no es más que la envoltura de una virtud aún más valiosa. La otra cara de Sita es su invencible firmeza de carácter, repetidamente confirmada una y otra vez.

Su lealtad a Rama la lleva a abandonar una vida lujosa para seguirle a un bosque lleno de peligros y estrecheces, y también le permite resistir los intentos de su raptor para liberarla de las durísimas condiciones de su cautiverio y convertirla en soberana del reina, a cambio de aceptar ser su esposa.

Es también su invulnerable fuerza interior lo que la hizo defender la certeza de su pureza, puesta en cuestión por Rama primero y por sus súbditos después: para demostrar su integridad - protegida por el propio Agni, dios del fuego - atravesó una gran hoguera sin quemarse y marchó posteriormente a un nuevo exilio, pero en esta segunda ocasión, embarazada y sola.   

SURCO PROFUNDO

Hallada en un surco - "sita" significa surco en sánscrito - por Janaka, el rey de Mithila, mientras araba sus campos, Sita atravesó su tiempo hostil, dejándonos, en cada uno de sus gestos, una huella imborrable, hasta que Bhumi - la diosa de la tierra -, clemente, abrió una zanja para acogerla.

Por fortuna para nosotros, su imprescindible presencia perdura en las pàginas del Ramayana. Y en nuestros corazones