miércoles, 24 de enero de 2018

OM: LAS DIMENSIONES DE LA CONCIENCIA (MANDUKYA UPANISHAD)

La palabra Om lo es todo. El pasado, el presente y el futuro. Y también todo lo que está más allá de todos los tiempos.

Todo ello es Brahman y este Atman (el Sí mismo) también es Brahman. Atman tiene cuatro dimensiones. 

La primera dimensión es Vaishvanara (el Hombre Universal) en estado de vigilia. En ella se es consciente de lo externo y se disfruta de los elementos densos. Tiene siete miembros y diecinueve bocas.

La segunda dimensión es Taijasa (la Luminosidad), el mundo de los sueños. En ella se es consciente de lo interno y se perciben las impresiones mentales. Tiene siete miembros y diecinueve bocas.

Cuando la persona dormida no tiene ni deseos ni sueños se encuentra en la tercera de las dimensiones de Atman, la del sueño profundo, que corresponde a Prajña (la Inteligencia Pura). Consciente de ella misma y centrada en ella misma, percibe y disfruta de su propia bienaventuranza. 

Esta conciencia todo lo gobierna. Todo lo sabe y todo lo crea. Es el origen de todo y todo lo disuelve; es el inicio y el final de toda existencia. Es la causa de todo.

Ni consciente de lo que está dentro ni de lo que está fuera, ni tampoco del estado intermedio; no centrada en nada excepto en la propia conciencia, pero ni totalmente consciente ni totalmente inconsciente de lo que es invisible, aislado, imperceptible, desprovista de toda connotación, impensable, indefinible, esencialmente de la naturaleza de la autoconciencia, negación de toda existencia, rebosante de paz, de suprema dicha y esencialmente una. Esta es la cuarta dimensión de Atman, sólo real cuando se accede a ella. 

Om es la forma verbal de Atman y está formada por tres sonidos: A, U y M. Cada sonido es una de sus dimensiones y cada dimensión, uno de sus sonidos.

La dimensión de Vaishvanara es el estado de vigilia y su sonido es A, el primero. Debido a su omnipresencia y prioridad quien lo conoce alcanza sus propios deseos.

La dimensión de Taijasa son los sueños; su sonido es U, el segundo. Manifiesta su superioridad y su naturaleza intermedia. Quien lo sabe aumenta el flujo de sus conocimientos y se vuelve igual a todo. Nadie ignorante de Brahman ha nacido jamás en su familia.

Prajña, que se manifiesta en la dimensión del sueño profundo, es el sonido M, el tercero. Es la medida y el final. Aquél que lo sabe todo lo mide y de todo es sostén.

El trascendente y unitario estado de suprema beatitud, carente de existencia sensible, es el sonido inaudible. El cuarto aspecto de OM es Atman. Quien conoce esta verdad, mediante su sí mismo, penetra en el Sí Mismo. 

 
DENTRO Y FUERA. SUTIL Y DENSO. TEORÍA Y PRÁCTICA

 El Mandukya Upanishad - del que el texto anterior ropone un nueva versión - es el más breve de las más de 200 obras sánscritas que, entre los siglos VIIaC y XVdC, reflexionan y especulan sobre la unidad entre el principio creador (Brahman) y el sí mismo (Atman). Se atribuye al rishi Mandukya, según algunas fuentes uno de los recopiladores del Rig Veda. 

La obra - al igual que el resto de composiciones similares, designadas todas ellas como "Upanishads" - ha sido objeto de numerosos estudios y traducciones. 

Como hemos visto en el propio texto, más allá de su evidente interés cultural, doctrinal y filosófico, el Mandukya Upanishad examina y aclara metódicamente y desde ángulos escrupulosamente sucesivos los diversos aspectos de la palabra "om", invocada a menudo en el yoga y la meditación.