jueves, 1 de octubre de 2015

BHAGAVAD GITA: UN MANUAL DE COMBATE. Y DE VICTORIA.

Digan lo que digan, el Bhagavad Gita - o Gita, como es conocido entre sus amigos - es un himno de combate, un Manual de Campaña para vencer.

Es cierto que el poema empieza con un héroe - Arjuna - confuso y desmoralizado, pero continúa con inflamados y razonados ánimos para lanzarse a la lucha, y culmina con una clara visualización de la Victoria.

Animo pues a una nueva lectura del Gita. 

Las estrofas elegidas y versionadas a partir de aquí lo han sido este este punto de vista.  Les he añadido algunos comentarios para contextualizarlas.

(Las cifras incluidas al principio de cada estrofa corresponden al capítulo en el que se encuentra (la primera) mientras la segunda indica su orden en el capítulo.)


Krishna, la encarnación de Vishnu, el principio estabilizador de la trimurti - la tríada divina hindú - y auriga de su dubitativo, pariente y amigo Arjuna, le exhorta con pasión:

BG, 2.3
No te comportes como un cobarde. 
No es digno de ti.
¡Libérate de esta vulgar debilidad de tu corazón!
¡Levántate, fuego sobre tus enemigos!





Más adelante, el propio Krishna insiste en su empeño de convencer a Arjuna, con los mismos versos que, tres mil años más tarde, cantarían los prisioneros indios que luchaban por liberar a su país, ante los atónitos soldados del ejército colonial británico que los conducían a la cárcel, la tortura o, a muchos de ellos, a la muerte, durante la Guerra de Independencia de la India, concluida en 1947.


BG. 2.23
Las espadas no lo cortan, el fuego no lo quema,
el agua no lo moja, el viento no lo reseca.
El Espíritu no puede ser cortado,
ni quemado, ni mojado, ni resecado.  


Durante el resto del segundo capítulo, el avatar de Vishnu continúa desplegando argumentos para reforzar la validez de sus consejos:

BG. 2.33
Si no luchas en esta contienda justa,
abandonas tu deber y tu honor
y te conviertes en culpable.

BG. 2.40
En este combate, no hay esfuerzo inútil
ni obstáculos para conseguir la Victoria.
Incluso un pequeño paso en el Camino del Deber
libera de los peores peligros.



Desde algunas estrofas del segundo capítulo del Gita a otras del decimoctavo, el dialogo entre el cada vez más convencido Arjuna y el siempre paciente Krishna, desarrolla lo que se ha denominado "síntesis hindú", un ramillete de doctrinas que, combinando los entonces incipientes sistemas de pensamiento samkhya y yoga, supera los últimos estratos de los fosilizados vedismo y brahmanismo y afianza, en este caso, las convicciones de los combatientes.  


El último capítulo continúa insistiendo en que luchar es ineludible:

BG. 18.48
Nadie debe abandonar su deber,
incluso si no lo puede llevar a cabo con perfección,
porque todas las tareas están envueltas en defectos,
como todo fuego por el humo.

BG. 18.59
Si, encerrado dentro de ti mismo,
decides no luchar,
tu decisión en ningún caso tiene sentido.
Tu propia naturaleza te obligará a ello. 


La última estrofa del Gita es cantada por Sanjaya, el consejero del rey ciego, padre y tío de los bandos contendientes, que cuenta lo que sucede en el campo de batalla.

Sus palabras - con una u otra formulación - resuenan siempre en el corazón de los combatientes:

BG: 18.78
Allí donde esté Krishna, el Maestro del Yoga,
allí donde esté Arjuna, el Arquero,
siempre habrá un frente claro
y Fortuna, Prosperidad y Victoria.
   





  





    

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